viernes, 1 de septiembre de 2023

El perpetuo viaje (Seoul-Barcelona)

Seoul nos da la bienvenida, a golpe de trompetas de organillo, con la sintonía en cuatro frases que anuncia la llegada del metro a la estación.

Tras hacer noche en un hotel a orillas del Cheonggyecheon, llevamos nuestras mochilas al último alojamiento, en Insadong, el barrio que acogió nuestra llegada hace más de dos semanas.

Antes de comer, recorremos las calles del Bukchon Hanok Village, uno de los barrios más fotografiados de la ciudad. El escaparate de casas de la nobleza de esta antigua aldea sirve de escenario para todos los turistas que se escondían hasta ahora. Los callejones serpentean en cuestas, y el paisaje que se atisba desde lo alto de la colina es un collage que mezcla hanoks con techos de teja negra, árboles meticulosamente podados, ventanales de rascacielos y la N Seoul Tower al fondo; un cóctel de 600 años de historia.

Por la tarde visitamos el Palacio Changdeokgung donde nos despedimos de las puertas que, cual matrioshkas, sirven de entradas que se abren a nuevos patios con más puertas. Nos despedimos también de los detalles florales pintados en cada viga y de la disposición escalonada de las mismas, que recuerda, de frente, a las alas de un ave de plumas negras que expone complacida su traje de madera multicolor, a fin de seducir.

En este mismo palacio, el último que visitaríamos, una guía, enguantada de blanco, nos llevó por el Jardín Huwon, donde los estanques y la vegetación servían de decoración a los pabellones, mimetizados a la sombra de la naturaleza.

El día siguiente salimos hacia Incheon, la tercera ciudad más grande de Corea. Tras perdernos en las líneas de metro que comenzaban a fagocitarse a nuestros ojos confundiendo su lógica inicial, llegamos a Songdo Central Park, un decorado futurista y promesa biotecnológica.

Este distrito financiero se comenzó a construir hace tan solo veinte años y le quedan unos cuantos más para acabar de desarrollarse según el plan inicial; sin embargo, pese a ser un proyecto aún por terminar, la vista desde el piso 33 de la G-Tower provoca la sensación de estar ante una ventana hacia el futuro.

Dispuestos a visitar el otro lado del espejo, nos dirigimos a Songwol-dong Fairy Tale Village, aunque nos encontramos ante un reflejo distorsionado. Con el objetivo de darle un nuevo aliento, los vecinos quisieron ambientar su barrio como una aldea donde los cuentos de hadas convergiesen; pero a diferencia de lo que ocurrió en Gamcheon y en Ihwa, y por supuesto desde nuestra opinión, el resultado dista mucho de la intención inicial. El engendro creepy que surgió del proyecto reúne imágenes y muñecos con pinta de haber salido de bocetos de falla de última sección; por lo que la mezcla de personajes de cuentos con monigotes mal pintados ofrece una sensación más cercana a estar visitando un sueño húmedo de Freddy Krueger o el Neverland de Michael Jackson que el País de Nunca Jamás de Peter Pan.

En busca de cruzar los límites de la realidad, llegamos al barrio Yeonnam-dong, que guarda una cafetería donde puedes sentirte un personaje de dos dimensiones; pero antes de desdibujarnos, buscamos un lugar para cenar. Damos a parar a un restaurante de barbacoa, el Usama (우사마), en el que están fotografiando los platos de manera profesional, con paraguas y focos para la iluminación incluidos, para hacer su carta más atractiva. Somos los únicos clientes junto a una familia, que debe de ser famosa, pues antes de irse hacen ronda de autógrafos para cada camarero. Superada la barrera del escaso apoyo del inglés, disfrutamos de una carne deliciosa.

Con el paladar degustando el recuerdo, entramos en el Greem Café. Al cruzar el umbral, nuestra vista parece aplanarse para entrar en la realidad de una viñeta. Los contornos y bordes de cada objeto están como trazados a mano alzada, con el blanco roto de un periódico y los trazos inseguros de un borrador. Mientras saboreamos un café salted caramel, nos divertimos probándonos los complementos y objetos decorativos que refuerzan y reproducen el trampantojo.

Al reducir el paisaje al blanco y negro, cualquier nota de color aumenta la explosión visual. Eso es viajar: añadir color a la rutina; incluir nuevos matices al cromatismo con el que nos hemos familiarizado, acostumbrar nuestros ojos a captar nuevas longitudes de onda.

El último día dejamos atrás, al menos hasta que se pongan de moda en occidente, los ventiladores de cuello (incluida su versión de hielo) que confundíamos con auriculares, y subimos al avión.

Unos minutos antes de aterrizar, tras casi 14 horas de vuelo, los pasajeros seguimos las instrucciones de un vídeo explicativo sobre cómo estirarse para activar la circulación. Cual deportistas de natación sincronizada, desde la clase turista levantamos nuestras manos al unísono, dirigimos los troncos a un lado y a otro, y giramos nuestros pies juntos, de puntillas, desde el asiento.

Cabin crew prepare for landing

La visita a un país es también parte de un calentamiento; el verdadero viaje no acaba cuando uno vuelve a casa; sino que “acaba” de empezar: el poso de la vivencia fermenta y se transforma.

El capitán miró a Fermina Daza […] Luego miró a Florentino Ariza

El viaje que cala, que enamora al buscador, es el que asegura el síndrome de abstinencia hasta el siguiente, el que espolea los primeros picores de curiosidad por el país y su cultura. La sed continúa porque el desplazamiento no es solo externo, y uno nunca vuelve siendo el mismo, y uno nunca termina de aterrizar.

-¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?

-Toda la vida.

(15 a 17 de agosto)

2 comentarios:

  1. Jeje. Yo pensé q ya habíamos acabado el viaje y....sorpresa...nos quedaba el remate final. La vuelta a casa. El último día en Corea del Sur. Las últimas fotos.
    Y lara en medio de las fotos, haciendo sus gracias de niña. Eres total escribiendo, relatando.... y haciendo pensar un poco.
    Hasta la próxima!!!

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  2. Que guay!! Me encanta la cafetería "bidimensional" tiene que ser súper chula!.
    Por cierto....os habéis traído de recuerdo algún ventilador de cuello?? 😂Tienen que ser la leche jajajajaja.
    Saluditos y bienvenidos !

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